Ven y conoce un paraiso natural en el Bierzo
Esta hermosa población se sitúa a 1.960 m de altitud. En 1970 ya no tenía ninguno de los 19 habitantes que tenía en 1960.
Entre las casas derrumbadas crecen las zarzas y las ortigas. El pueblo ya no consta políticamente, aunque desde mayo de 2012 viven en él Iñaqui, su madre y su hermana -que viene los fines de semana de Ponferrada, donde estudia.
Están reconstruyendo una casa y no piensan marcharse.
Desde Las Tejedas, continuando valle arriba, llegaríamos a Manjarín, y está perdida la senda que por el valle del Acebalón y monte de los Cuervos, a la derecha, salía cerca de Foncebadón.
Por un puente de tablas que hizo Iñaqui, subimos a la iglesia de San Esteban –anejo de Folgoso del Monte- al otro lado del arroyo y a la orilla de otro, el Campón, que vierte aquí sus aguas en el Tejedas.
De la iglesia se conserva la torre sin humillarse y la portada, de bien dispuestas dovelas en medio punto, del resto nada, a no ser una pila bautismal, tampoco aquel robusto confesionario de madera de castaño al que no fue capaz de abatir la fuerza de los pecados antes, ni los ataques de la intemperie ahora –que dijimos hace años-. También se cita un hospital fundado por el clérigo Juan Estébanez destinado a peregrinos fundamentalmente y que en 1124 lo donó al obispo de Astorga.
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